lunes, 28 de enero de 2008

...Y LA LUNA

Una noche más sólo la luna y el portátil son testigos de mis pensamientos. 

Últimamente no dejan de pasarme cosas extraordinarias, ya lo avisé, aunque la historia de hoy era bastante común en rutinas algo lejanas ya. Son cerca de las 2 de la madrugada y no dejo de recordar a la señora que me miraba en el metro como si le hubiera robado algo del bolso.

Subí corriendo al vagón en el último instante, justo cuando las puertas empezaban a cerrarse, y con las prisas, tropecé con una pareja de ancianos. La señora agarró su bolso como si llevara la vida dentro, y amablemente me disculpé por el susto. Su mirada no fue precisamente conciliadora, así que decidí buscar un rincón lejano a ellos. 

Claro está, iban a seguirme hasta la última parada. Así que sufrí un acoso interminable de su mirada acusadora durante ocho interminables paradas. Intenté huir de aquella pesadilla buscando alguien amigable a mi alrededor. Sólo una mirada de compasión me bastaba, y cómo no, me encontré lo que menos buscaba.

Tras unas gafas de pasta negras, se ocultaban aquellos ojos marrones, color miel casi, que contrastaban con el moreno de su piel y pelo. Un chico impecablemente afeitado, con una chaqueta de cuero negro sobre un jersey de pico marrón, me sonrió mientras me sorprendía del blanco irreal de la camisa que asomaba bajo el jersey. Su mirada se perdió, la mía buscó la redención. Everybody Hurts suena de fondo. 

Miro al suelo. "Hace tiempo que me gustaron aquellas bambas, quizás debería comprármelas de una vez." Pienso. 

De nuevo aquí. En mi cama vacía, sólo la luna y el mac y yo...y algo que parece llenar el silencio. Un susurro. Apenas un suspiro.


















La cama se ha movido de su sitio...



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sabes cómo me gustaría compartir con la luna tus pensamientos...

y compartir contigo los silencios...

Unknown dijo...

suspiro por un apple tv